El 99% de les vegades que em llenço a l'aventura d'escriure tinc una idea o una història que fa dies que em ronda pel cap. Sovint, en algun racó de la ciutat, o estirat al llit esperant sol l'arribada del son, em sorpren la inspiració d'una vivència o alguna història que convertir en lletra escrita. Durant dies vaig madurant el text durant els moments més quotidiants i finalment, en alguna estona de concentració i soledat el plasmo en un lloc en blanc. L'última obra que he fet no va néixer pas així. Davant l'ordinador vaig obrir un word en blanc i vaig pensar en començar a escriure de forma automàtica, seguint la tècnica del "a vuela pluma" i em va sortir una poesia força aprofitable, i sobretot em va sorprendre tot el que hi té cabuda. Vaig aconseguir reflectir el desamor, la desesperació, la malenconia, les diferències socials, les maldats de les guerres... El intentar escriure sense planificar sovint m'havia proporcionat escrits caotics i força subrealistes, però aquest cop no ha estat així i em va alegrar molt. En fi, com diu el títol, fou una "Poesia Inesperada".
Espero que us agradi i digueu els vostres comentaris ;)
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Sólo Dios sabe el dolor de mi condena
Mientras busco por las paredes del barrio
Aquel olor que sentí mío,
Aquellas tardes de lluvia donde cualquier lugar era un refugio.
Con el llanto como rutina,
Como guarnición diaria de mis tristes ojos,
Observo al mundo girar con sus muertos a rastras,
Tras él, sin opción, sin pausa.
Ladran los perros callejeros a mí paso,
No me quieren entre ellos, aunque en sus lugares me siento cómodo,
No hay preguntas, no hay pasado, sólo compañerismo
Ante el final sin salida dónde todos nos hallamos.
A lo lejos canta un pájaro joven,
Demasiado lejos…
Demasiado joven…
Sólo Dios sabe el dolor de mi condena.
Las charcas cubren de grises la calle,
Y los ángeles hoy escuchan a los demonios,
Muere un niño en tierra lejana
Y todos callan, no hay respuesta.
Sólo Dios sabe el dolor de mi condena
Mientras leo por las paredes del barrio
Este olor que no siento mío,
Estas tardes de lluvia donde ningún lugar es un refugio.
3 de Març de 2009
Mientras busco por las paredes del barrio
Aquel olor que sentí mío,
Aquellas tardes de lluvia donde cualquier lugar era un refugio.
Con el llanto como rutina,
Como guarnición diaria de mis tristes ojos,
Observo al mundo girar con sus muertos a rastras,
Tras él, sin opción, sin pausa.
Ladran los perros callejeros a mí paso,
No me quieren entre ellos, aunque en sus lugares me siento cómodo,
No hay preguntas, no hay pasado, sólo compañerismo
Ante el final sin salida dónde todos nos hallamos.
A lo lejos canta un pájaro joven,
Demasiado lejos…
Demasiado joven…
Sólo Dios sabe el dolor de mi condena.
Las charcas cubren de grises la calle,
Y los ángeles hoy escuchan a los demonios,
Muere un niño en tierra lejana
Y todos callan, no hay respuesta.
Sólo Dios sabe el dolor de mi condena
Mientras leo por las paredes del barrio
Este olor que no siento mío,
Estas tardes de lluvia donde ningún lugar es un refugio.
3 de Març de 2009
2 comentaris:
: ) bonito, muy bonito....
visca les poesies inesperades!!!!
Necessitem una vida més plena de poesia i més buida de paraules caigudes de boques fredes!!!
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