Tal vez sea hora
de poner las cosas en orden.
De decirte
que ya no te quiero cómo antes,
de ir al médico
y acabar con estos múltiples dolores
(algunos de ellos –seguro- imaginarios).
Vencer adicciones y fantasmas.
Recuperar versos perdidos en servilletas
y en “notas del móvil”,
pasarlos a limpio para un nuevo libro.
Sacar el polvo a la cámara de fotos
y a las ganas de luchar
para derribar muros, regímenes y rutinas.
Tal vez toque hacerlo ya,
poner en mi vida
las cosas en orden.
Agosto 2014