dimecres, 11 d’agost del 2010

AL APRENDIZ

*A Pau*
Tiene 17 años, por lo que legamente aún no posee la mayoría de edad, todo un privilegio que, de forma imposible, me gustaria perseguir para mí. Sin embargo, no puedo evitar sentirme identificado con él. No sé por que motivo exactamente me veo reflejado en él, cuando las arrugas no eran propietarias de mi alma y mis sueños aún corrian libres de cadenas. Quizá no nos parezcamos, quizá tan solo me hubiese gustado ser como es él.
Son días de perdición, no abundan los guías y es senzillo perderse por las calles de la sin-razón. Sin embargo él, a su temprana edad, es capaz de valorar lo senzillo, de trabajar por lo colectivo, de soñar, de sacar punta al lápiz para iluminar poesia en un simple papel, de indagar y conocer poesias de otros genios cercanos... Quizá es por alguna de estas cosas que me identifico con él; si la memoria no me falla cuando mi mirada era joven me gustaba también escribir palabras voladoras en papeles vulgares y pensar en como trabajar para poner parches a los arañazos del mundo.
No puedo evitar al miedo. Me asusta que este involuntario aprendiz que la vida me ha regalado, como posibilidad a una segunda oportunidad, como posibilidad a una salvación digna, se pierda entre los humos de este tenebroso mundo, gobernado por los intereses de unos pocos. Los intereses de unos pocos capaces de pisar a los demás por una victoria sucia. Me gustaria poder regalarte un escudo contra los desengaños, o una espada para desafiar a los cobardes que siempre acaban por ganar, o quizá un espejo, para que siempre lo lleves encima y nunca te olvides de reconocerte delante de tí mismo. Este podria ser el mejor regalo para no caer en las trampas del tiempo ni en el envejecimiento traicionero del espíritu de lucha.
De todos modos, creo que mi deber y la mejor opción será estar ahí para tí, como una sombra discreta, vigilando tu caminar. Intentaré ser poco visible pero estar alerta, para vencer junto a tí a los miedos, para evitar que alguna vez alguien te haga poner de rodillas. Me quedaré aquí, aplazaré mi huida en busca de la luz robada, para estar aquí contigo y vencer al fin.
Al fin y al cabo mi misión es solo la de dar una segunda oportunidad a nuestros sueños, aprendiz.

1 comentari:

Pau Sánchez ha dit...

Mare meva...
Em mareja saber que tot això ho pot provocar algú, que jo soc capaç d'evocar sentiments tals.

Es tot un honor, tot un honor, tenir-te com a mestre, en tot els sentits. Tan personal, com literari, com polític...

Em sembla que ara mateix no puc dir res més, però ja saps que "fets, no paraules"