dimarts, 14 de gener del 2014

SECUELAS DE NO HABERTE TENIDO EN ESA CIUDAD

Hay veces que uno visita bonitas ciudad, lugares preciosos... pero lo hace sin la persona amada a su lado. Las circunstancias a menudo así lo determinan... Y es entonces cuando aquel río, esas calles y las mesas de los bares te recuerdan su olor, su voz y el tacto de sus manos. Su pelo y sus locuras. El caso es que me pasó esto hace poco, cuando despedí el año 2013 en París. Y de tanto imaginar su presencia en esa ciudad agarrando fuerte mi mano, al llegar a Barcelona me nació este poema. Espero que os guste!! Abrazos y besos!


París nos arrancó la piel en cada atardecer.
Aquel sol que caía
quemó las retinas, mis penas y tu miedo,
reavivó las palabras olvidadas
y Gaza estuvo en paz por unos minutos.

En esas calles donde mueren poetas y pintores
tu saliva limpió mis errores,
curamos las heridas que sangraban abiertas
y ganamos unos segundos a la eternidad.

Callamos la boca de golpe a todos aquellos
que creían que lo nuestro era algo imposible,
un sueño de verano, una locura adolescente.
No fue sencillo pero lo logramos.

Y ahora que el vino corre por las venas
y nuestras bocas se abren sugerentes
te pienso regalar un paquete de caramelos,
lleno de placer, besos y orgasmos.

Haciendo el amor en un hotel
con vistas a la Tour Eiffel
asesinando al despertador y a la resaca.
Despedir el año gritando 'si se puede!',
con el sueño de conseguir la victoria.


3 de enero de 2013

7 comentaris:

Isabel Motos ha dit...

París es para compartirla. Y, en realidad, todas y cada una de las ciudades en las que uno siente ese 'sí, se puede'...

Un abrazo! :)

Anònim ha dit...

A veces es bueno alejarse para conseguir la cercanía, ese echar de menos tanto que te duelen hasta las pestañas. A mi me pasó algo parecido en Roma... hace algunos años, donde a cada paso que daba, mas echaba de menos su compañía, que me faltaba y me empujaba con fuerza hacia el suelo. Aún así, disfruté mucho de la ciudad, mágica, romántica, con un halo especial, como este poema. Besos de P.

Marina ha dit...

Oh-la-lá. A mi també em va encantar París... i el teu poema, Joan. Molt romàntic.

Un petó i t'espero per El ruido que deja el silencio, que tinc noves entrades!

Vivian ha dit...

Volverán juntos algún día, y pasearán por esa calle de la foto, tomados de la mano, y será invierno, y quizás se haya ido la paloma, pero esta vez era necesario que la extrañaras para que naciera esta poesía. Y sí, es hermosa.
Me encanta la foto, en grande es un placer.
Besos Joan, me alegra saber que “todo sigue igual, y que yo tenía pajaritos en la cabeza, aunque esto no es novedad)
Besos

N ha dit...

Creo que hay ciudades que tienen un "algo" especial, que hacen que nazcan palabras tan bonitas como las que has escrito.
Me encanta tu forma de expresarte.

¡Un besín desde Mallorca!

Unknown ha dit...

Tengo que decirte que leerte, y no solo en este poema, es y sigue siendo como ir recorriendo -lentamente- calles de ciudades. Algunas aún desconocidas. Como mi estación favorita: sí, ésta. El invierno.
Como comer chocolate caliente con churros a ciegas y mancharse toda la boca, la cara. Como sonreír después de llorar. Como sujetar una taza de té y dejar que el calor impregne mis frías manos.
Como oler las páginas de los libros o leer esperando que se ponga verde el muñequito del semáforo mientras al otro lado de la calle no me espera nadie: inevitable.
Como intentar definir el placer con metáforas sin haberlo vivido primero, una locura.
Como hacer de cualquier rincón en cualquier momento París a nuestra medida.

Carlos ha dit...

París es una ciudad preciosa. Precioso el poema que te han inspirado sus calles y su ausencia....