
Recojo el movimiento de tus pestañas,
bajo el sol de tarde
que ante nosotros se desvanece
dejando paso a la luna,
a los artistas de la noche,
a sus frágiles doncellas.
Así que cae la tarde
meciendo entre sus brazos
los tibios latidos de ti y de mi,
de la magia que nos unió
una madrugada de febrero,
cuando en el mar aún nadaban peces.
Ahora se han ahogado muchos
con la dictadura de los mercados,
han cambiado leyes
y hoy se evita la democracia
justo donde nació anteayer,
en la Antigua Grecia.
Y tomando las calles recordaremos
el sabor que no le pueden robar
a un futuro aún por dibujar,
al vuelo de las mariposas
ni al dulce beso de tus labios;
eso aún no nos lo pueden robar.
4 de noviembre de 2011
4 comentaris:
m'encanta :)
moltes gracies
t,
si senyor Joan... l'he de felicitar pel gir dels seus escrits... veig q amb l'edat millores com els bons vins.
Será un placer encontrarnos, como lo es leerte
Tens raó. Hi ha coses que, per més que vulguin, mai ens podran treure.
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